Víctima 13

Hace un año que pasó y aún sigo culpandome.

Ni siquiera era mi pareja como tal, nada serio, pero llevábamos año y pico (casi dos) viéndonos. Un día me propuso probar algo “nuevo” y yo lo acepté. Consistía en tener relaciones sexuales con los ojos tapados. Obviamente, yo quería hacerlo, porque no me esperaba para nada lo que pretendía él. Total, que cuando me tocó a mí vendarme los ojos, escuché cómo cogía su móvil. Al principio no entendía el porqué, pero me acordé de las tantas veces que me propuso grabarnos teniendo relaciones “para que él pudiese verlo cuando no estuviera conmigo”. Me asusté, me aparté y le dije que sabía lo que quería hacer y que yo no estaba dispuesta. Eso fue lo único que hice y dije, no me lo podía creer y ni siquiera podía mostrar mi enfadó. Me paralicé, supongo. Cuando nos despedimos, me quedé sola mirando a la nada. Tuve ganas de contárselo a alguna amiga o a mi hermana, pero no lo hice. Me daba vergüenza tener que decirles que yo no hice nada y que seguí con él hasta que se marchó. Me sentía culpable por ello, porque no evité que pasara.

A día de hoy, un año más tarde, no tengo casi contacto con él, pero nunca he sido capaz de decirle el por qué (entre otras muchas cosas) de no querer verle.