Víctima 10
- Izar Lizarralde
- 4 mar 2021
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 21 mar 2022
Hace un año y medio estaba de turismo con mis padres por una ciudad de España, coincidió que eran fiestas, por lo que había muchísima gente. Para llegar a nuestro destino nos tuvimos que meter por una calle, no muy amplia, donde había una aglomeración de personas, estábamos unos pegados a otros y nos desplazábamos a pasitos cortos. Yo tenía a mis padres delante, cuando, de repente, empecé a notar que alguien me estaba dando golpecitos en el culo. A pesar de que me estaba incomodando, decidí no hacer nada porque pensé que era sin querer. Al cabo de un rato me empecé a poner nerviosa y sólo quería salir de allí.
En ese momento la gente dejó de caminar, nos quedamos quietos y deje de notar esos golpes en el culo, lo que me alivió hasta que lo que empecé a notar ya no era su mano. Estaba muy agobiada, tenía ganas de llorar y no me atrevía a hacer nada. Se me pasó por la cabeza golpearle con mi codo disimuladamente para apartarlo, girarme y quedarme mirándolo para incomodarle o simplemente (y lo que más ganas tenía de hacer) empezar a gritarle. No me atreví a hacer nada. La secuencia de los golpes en el culo y el acercamiento se produjo un par de veces más, hasta que logramos salir de esa calle.
No hice absolutamente nada, ni siquiera me hago la más mínima idea de qué aspecto tenía. No sé cuánto tiempo estuvimos en esa calle, a mí se me hizo eterno, y más largo se me hizo el día. Cuando llegué a mi casa, lloré todo lo que me había guardado y luego decidí ignorar lo que había pasado, porque me provocaba angustia y malestar. Hoy, ya no me quiero quedar callada, porque no voy a permitir que nadie me vuelva a hacer sentir así y porque aquel día decidí tragar algo que creía que no tenía importancia, que debía soportar y ya está. A día de hoy, me arrepiento de no haber actuado en aquel momento, le di el poder de hacer lo que quisiera con mi cuerpo y con el cuerpo de cualquier otra mujer. A pesar de eso, todos los sentimientos que guardé y acumulé ese día los sigo llevando a día de hoy convertidos en fuerza.
Comentarios